El terreno sobre los que se levantan los cimientos de FIEB están compuestos de un suelo tradicionalmente utilizado para la agricultura que, además, se ha visto expuesto a condiciones de sobreexplotación agrícola. Esto, sumado a las condiciones de aridez debido a la climatología que asola la zona, hace especialmente importante las acciones de reforestación y recuperación que se están llevando a cabo en el centro, las cuales están suponiendo un auténtico reto para el equipo.
Gracias a nuestro proyecto: “Creación de humedales en zonas áridas para el aumento de la resiliencia al cambio climático”, apoyado por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico; estamos consiguiendo restaurar la zona, contribuyendo al restablecimiento de un ecosistema en que se favorezca la conservación de la biodiversidad asociada a éste.
La ampliación y mejora de la charca del centro, así como la instalación de cámaras de fototrampeo ha permitido evaluar la importancia que tienen estos puntos de recursos hídricos para la fauna y flora del entorno. Tanto es así que ya han sido varias las imágenes registradas en dichas charcas de diferentes especies de mamíferos y aves haciendo un uso asiduo de la charca, lo cual permite comprobar que mejora su calidad de vida.
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